top of page
Buscar
  • Victor Rodrigro Jara

Enología y coaching, un ensamblaje muy particular.

¿Tienes intereses personales y/o profesiones que aparentemente sean divergentes?

Dos profesiones o enfoques muy diferentes pueden ser muy complementarios. De hecho, esa es la gran ganancia de las mesas de trabajo multidisciplinarias. Ahora, si esa diversidad de enfoques o conocimientos están en la misma persona puede ser tan innovador como consistente, y una gran fortaleza para aportar a la sociedad.


Un muy buen amigo psicólogo, cuando nos estábamos conociendo en algunos talleres relacionados a Coaching, "alucinó" cuando supo que yo era enólogo, no porque le gustara el vino (que le encanta) sino más bien por los paralelos que se pueden establecer entre el desarrollo humano y el desarrollo de la vid y el vino. Años atrás, de forma menos patente, ya me lo había indicado otra profesional experta en Currículum, sobre cómo poder crear un vínculo interesante entre mis dos áreas de desarrollo aparentemente desconectadas, pero con algunos puntos de encuentro.


Si hablamos del cultivo de la vid, cada etapa podría corresponder a cada ciclo de vida que nosotros tenemos a través del cual, con dedicación y acciones adecuadas a cada realidad, logramos obtener algún fruto, ya sea un ciclo académico, profesional, deportivo, amoroso, familiar, etc. Este fruto esperamos siempre vincularlo al logro, pero tal como en la agricultura y otros aspectos de la vida, muchas veces la cosecha no resulta ser lo que esperábamos; de cada uno depende el sacar lecciones para el ciclo siguiente.

A su vez, los procesos de transformación personal no están exentos de dificultades y situaciones que a veces pueden, incluso, atemorizar por las posibles consecuencias. Basta imaginar a un racimo de uva subiendo por la cintas hacia la despalilladora-moledora girando a toda velocidad… ¿estás dispuest@ a remover tus esquemas convencionales para abrirte a un futuro mejor, así como la uva se abre para entregar su mosto?


El ciclo de crianza en barrica también puede homologarse al merecido descanso luego de un día laborioso (por ejemplo, la vinificación) o a la necesaria desconexión que esperaríamos tener ya sea en vacaciones o en el domingo de cada semana, con un silencio interno que permita decantar ideas y emociones, recargar energías, fortalecer tu cuerpo y organismo a través de las horas de sueño necesarias, para tomar mejores decisiones al día siguiente (similar al efecto que busca la meditación), tal como reposa el vino en la barrica, en aparente quietud, pero con procesos bioquímicos que, bien regulados, le permitirán desarrollarse como se merece.






Si bien es cierto muchos vinos están elaborados para ser bebidos prontamente, otros requieren de crianza en barrica para poder expresar su potencial, tal como las personas tienen características y velocidades de desarrollo particulares. Cada vino debe ser el mejor en su tipo, no es justo comparar un vino de $4.000 con otro de $40.000 o de $140.000 por ejemplo. Cada vino cumple una función en el mercado y debe respetarse por eso.


Por lo mismo, jamás es bueno compararse con otras personas, eso debilita tu identidad. El ser diferente te puede hacer la persona más atractiva que imagines si sabes comunicar bien sus atributos, tal como ocurre en la elaboración del embalaje de un vino y de su campaña de difusión si es que la tiene. Muchas personas en búsqueda de trabajo se sorprenden cuando alguien les pregunta si se "venden bien" en el mercado laboral, olvidando que en todo momento podemos comunicar adecuadamente el servicio o producto con que deseamos aportar.


Así como la diversidad de calidades de uva y de vino permiten tener un más amplio abanico de estilos y precios, también la diversidad en los intereses y aptitudes de las personas permiten tener una sociedad más equilibrada y multifacética en donde cada quien puede encontrar su aporte en el sistema.


Por otra parte, así como el enólogo puede ser el rostro visible de un equipo de trabajo multidisciplinario, encargado de potenciar la expresión del terroir en el vino, o integrarlo a un ensamblaje que genere un vino interesante según sus características de origen, así también el coach puede acompañar al coachee en su desarrollo, potenciando sus herramientas propias de resiliencia, desarrollo y reinvención que requiera.


Así como los componentes del terroir (variables del clima, suelo, planta, factor humano) definen en gran medida la identidad del vino, un coach puede colaborar en descubrir cuáles han sido los elementos de tu propio terroir que han moldeado tu vida, cuáles de esos elementos puedes trabajarlos para obtener resultados aún mejores, entre muchas otras acciones.


Es importante reconocer que el resultado tanto en la elaboración del vino como los acompañamientos en coaching, tiene influencias multifactoriales, por lo cual es sabio que tanto el coach como el enólogo puedan inclinar el ego hacia la humildad bien entendida, sin atribuirse solo a ellos el éxito del resultado, recordando que los grandes sabios tienden alejarse de la soberbia y autosuficiencia, para mantenerse siempre permeables al aprendizaje y a la mejora continua.


Volviendo a la pregunta inicial, todos los intereses, habilidades o conocimientos que tengas, por muy incompatibles que parezcan, pueden tener un punto de convergencia que apalanque tu vida con resultados tan exitosos como insospechados. Y así también puedes tomar el camino largo buscando en solitario o puedes hacerte acompañar por una visión externa y objetiva que, observando desde fuera, te permita ahorrar tiempo, energía y costos en decisiones equivocadas. Cada quien decide cuándo decir… "¡Salud por nuestros logros!".

Fuente de la imagen:

164 visualizaciones0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo
bottom of page