Piensa en la última vez fuiste poco asertiv@ en tus reacciones, fue necesario? Pudiste contrarrestarlo posteriormente? Has pensado si tuvo un costo de algún tipo? Qué estás haciendo para manejar esto? Qué logros tienes pendientes que podrías alcanzar de mejor forma fortaleciendo esta habilidad?
Con frecuencia escuchamos personas en contextos formales e informales que confunden ambos términos, dejando al concepto asertivo como un tanto snob y distorsionado, limitándolo como adjetivo que refleja la capacidad de dar “en el blanco” con acciones o pensamientos; esa descripción sólo refleja a una persona certera, pues asertivo es bastante más que eso.
La persona asertiva es aquella que logra un equilibrio comunicando lo que siente sin agresividad y sin dejarse pasar a llevar por el resto de las personas o por las circunstancias. Es una virtud imprescindible en un buen liderazgo que considera contexto y forma (cuándo y cómo expresar lo que se piensa) pues no siempre es adecuado hacerlo, y muchas veces es necesario dejar pasar un lapso de tiempo variable hasta que resulta más armónico tratar temas de complejidad mayor. La persona asertiva logra crear y mantener de mejor forma relaciones armónicas y estables tanto en lo personal como laboral, es más sana anímicamente y por cierto todo ello también repercute en una mejor salud física.
Las personas poco asertivas que son impulsivas y no miden lo que expresan, o cuándo o cómo lo hacen, suelen cometer los errores conlleva pérdidas de confianza y de liderazgo positivo, perjudicando el clima familiar o laboral.
Las personas que se postergan a sí mismas en sus emociones o requerimientos de cualquier tipo suelen estar más cerca de la frustración y refuerzan su baja autoestima, con nivel de éxito en sus proyectos de vida y profesionales menor al que su verdadero potencial podría permitirles.
¿En qué nivel te consideras asertiv@ y/o certer@?
